Alimentación saludable en verano: ¿qué comer para proteger la salud?

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El verano es una época de calor, con mayor exposición al sol y mayor riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Por ello, es importante cuidar la alimentación para proteger la salud y el bienestar físico y emocional.


Beneficios de una alimentación saludable en verano

  • Prevención de enfermedades: ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, protegiéndonos de enfermedades como la gripe, el resfriado y las infecciones alimentarias.
  • Mejora del rendimiento físico: proporcionan la energía y los nutrientes necesarios para realizar actividades físicas, tanto en el tiempo libre como en el trabajo o en la escuela.
  • Bienestar emocional: ayudan a mantener un buen estado de ánimo y a reducir el estrés.

Frutas, verduras y agua: los imprescindibles

Son los alimentos más importantes para una alimentación saludable en verano porque son ricos en vitaminas, minerales, fibra y agua por eso son fundamentales para mantener una buena hidratación y para proteger el sistema inmunitario. Se recomienda consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día, de diferentes colores y variedades.

Algunos ejemplos de frutas y verduras frescas que son ideales para el verano son:

  • Frutas: sandía, melón, naranjas, mandarinas, mangos, fresas, uvas, etc.
  • Verduras: tomates, lechuga, pepinos, pimientos, calabazas, berenjenas, etc.
  • El agua es esencial para la vida: En verano, el cuerpo pierde más agua a través de la transpiración, por lo que es importante beber abundantemente para evitar la deshidratación. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día, o más si se realiza actividad física.

Otros alimentos saludables

Además de frutas, verduras y agua, una alimentación saludable en verano también debe incluir alimentos ricos en proteínas, como carnes, pescados, legumbres y huevos. Las proteínas son necesarias para la reparación y el crecimiento de los tejidos.

También es importante consumir alimentos ricos en carbohidratos complejos, como cereales integrales, pastas y legumbres. Los carbohidratos complejos proporcionan energía de larga duración.

Por último, es importante limitar el consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas, grasas saturadas y trans. Estos alimentos pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas, la diabetes y el cáncer.

Consejos específicos para el verano

  • Llevar siempre consigo una botella de agua.
  • Comer frutas y verduras frescas a diario.
  • Preferir las carnes magras y los pescados frescos.
  • Elegir cereales integrales y legumbres.
  • Limitar o evitar el consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas y grasas saturadas y trans.
  • Usar ropas claras, anteojos de sol y sombrero.

¿Cómo conservar la comida en verano?

El verano es una época en la que el calor puede provocar la descomposición de los alimentos más rápidamente. Por ello, es importante tomar algunas medidas para conservar la comida de forma segura.

  • Refrigerar los alimentos correctamente: La refrigeración es la mejor manera de conservar los alimentos perecederos. Los alimentos deben refrigerarse lo antes posible después de su compra. La temperatura ideal de la heladera es de 4 Cº.
  • Evitar la contaminación cruzada: La contaminación cruzada ocurre cuando los alimentos crudos contaminan los alimentos cocinados. Para evitarlo, es importante lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos, y usar utensilios limpios para cada alimento.
  • Cocinar los alimentos a fondo: La cocción destruye las bacterias que pueden causar enfermedades. Es importante cocinar los alimentos a una temperatura interna de al menos 70 grados centígrados.
  • Congelación de los alimentos: La congelación es una buena manera de conservar los alimentos durante largos períodos de tiempo. Los alimentos deben congelarse lo antes posible después de su compra.

Consejos para conservar la comida:

  • Mantener la heladera y el congelador limpios y organizados.
  • No guardar alimentos en la puerta de la heladera, ya que es la zona más cálida.
  • No sobrecargar la heladera.
  • Cubrir los alimentos para evitar el contacto con insectos.

Fuente: OMS -- PAHO