Es una enfermedad tropical viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti que se ha extendido a zonas templadas como Centroamérica y América Latina. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad. El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
La vacuna Qdenga, que ya se encuentra disponible en las farmacias argentinas Qdenga fue producida por el Laboratorio Takeda y es una vacuna tetravalente viva y atenuada que se administra en dos dosis, en un programa de 0 y 3 meses. Está indicada a partir de los 4 años para todos aquellos individuos que hayan o no padecido una infección previa por cualquiera de los serotipos del virus dengue.
Los estudios clínicos demuestran eficacia en la prevención del dengue, con títulos de anticuerpos que persisten hasta 51 meses después de la primera dosis.
La recomendación de la OMS es que la introducción de una vacuna del dengue debe ser parte de una estrategia global de control de la enfermedad junto con una comunicación adecuada, el control de vectores sostenido, la atención clínica basada en la evidencia y una estricta vigilancia epidemiológica.
El principal factor de riesgo de sufrir esta enfermedad es habitar o visitar una región o país con presencia del vector y circulación del virus. En las localidades donde circula endémicamente el virus, principalmente áreas urbanas por debajo de los 1800 metros sobre el nivel del mar, el problema se agrava si se carece de agua potable. Ante esta situación, el agua se almacena en condiciones que favorecen la multiplicación del mosquito (recipientes sin tapa), además de poseer una cantidad mayor de desechos plásticos que sirven para acumular agua.
Es posible que el cambio climático contribuya a aumentar la población en riesgo de dengue, debido, en primer lugar, al incremento de la transmisión en áreas actualmente endémicas y, en segundo lugar, por la expansión del rango geográfico de los mosquitos Aedes.
Por otro lado, la urbanización, el aumento de la densidad de población, la migración humana y los desplazamientos forzados asociados con la pobreza, también se espera que impulsen el aumento global de la incidencia del dengue.
La aplicación de insecticidas es una medida de control destinada a eliminar a los mosquitos adultos, pero no es útil para eliminar los huevos ni las larvas. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que sólo se recomienda cuando se detectan los casos con sospecha de dengue y para aquellas áreas donde está confirmada la presencia del mosquito vector, y siempre debe ser acompañada por acciones de control y eliminación de todos los recipientes que acumulan y puedan acumular agua en las casas y espacios públicos.
También es importante para prevenir las picaduras del mosquito:
La encefalitis equina del oeste (EEO), popularmente conocida como Encefalitis Equina, es una enfermedad neurológica encuentra su vía de transmisión principal en las picaduras de mosquitos. La EEO es más común en zonas rurales, donde hay más mosquitos de la especie Aedes albifasciatus. Los caballos son los animales más afectados por la enfermedad, pero también puede afectar a los seres humanos.
Los caballos se enferman, pero no transmiten la enfermedad.
Realizar el saneamiento ambiental de los predios donde se alojan caballos y personas asociadas a dicha actividad, es decir:
Evitar picaduras de mosquitos, especialmente, quienes trabajan o viven en las inmediaciones de lugares propicios para el desarrollo de mosquitos y donde haya presencia de caballos positivos a EEO o con síntomas compatibles.
Imagen de: https://www.healthychildren.org/Spanish/safety-prevention/at-play/Paginas/insect-repellents.aspx
Los síntomas del dengue y la encefalitis equina pueden ser similares, pero hay algunas diferencias importantes. El dengue suele causar fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, náuseas y vómitos, erupción cutánea. La encefalitis equina puede causar fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, convulsiones, coma y, en casos graves, la muerte.
En relación a las picaduras, el mosquito que transmite la Encefalitis Equina deja una huella más reconocible por la intensidad y puede picar a través de la ropa. Todo lo contrario sucede con el dengue, que tiene menos potencia y necesita el contacto con la piel del humano. La marca que deja sobre la piel el mosquito del campo es más rojiza y de tipo roncha, cuando el urbano es una picadura común a la de cualquier mosquito.
Fuentes: Ministerio de Salud - MINISTERIO DE SALUD - COFA