Drogas de abuso

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Generalidades

La Organización Mundial de la Salud define droga de abuso como “toda sustancia que introducida en un organismo vivo puede modificar una o varias de sus funciones y es susceptible de provocar dependencia y tolerancia”. Aunque muchos sostienen que: “El consumo es algo privado y solo afecta al que lo consume”, está comprobado que del 10 a 20 % de accidentes automovilísticos se producen como consecuencia de choferes bajo efecto de drogas de abuso, un 70% de los delitos criminales se hacen bajo el efecto de drogas, el 90 % de delitos violentos terminados en homicidio involucran drogas, y generan efectos negativos sobre la productividad de las empresas.

Éxtasis

Las drogas de diseño son las más consumidas últimamente, combinadas con el alcohol pueden ser extremadamente peligrosas y mortales. Son las más elegidas por los jóvenes, en las fiestas nocturnas y en las famosas “rave” o fiestas electrónicas, y son la causa de la mayoría de los casos de intoxicación que llegan a las salas de urgencia en los últimos tiempos.

El éxtasis es una droga desarrollada en 1912 bajo el nombre de MDMA (3-4 metilendioxi metanfetamina). En 1953 fue usada por el ejército de los EEUU y en la década de los 60 como medicamento psicoterapéutico para disminuir inhibiciones; recién en la década de los 70 se comienza a utilizar como droga en las fiestas. A principios de la década de los 80 el MDMA se promovía como lo mejor en la “búsqueda de la felicidad a través de la química”. En 1985 se prohíbe su uso en los EEUU debido a problemas de seguridad. Desde finales de la década de los 80 se utiliza el término “éxtasis” para englobar otras drogas que pueden contener una amplia mezcla de sustancias desde LSD, cocaína, heroína, anfetaminas, metanfetaminas hasta veneno para ratas, cafeína, etc. Lo que hace estas drogas aún más peligrosas: el consumidor nunca sabe bien qué está tomando. Los peligros aumentan cuando los consumidores incrementan la dosis sin saber que pueden estar combinando drogas completamente diferentes, cuya mezcla puede ser letal. El éxtasis se consume en forma de pastillas pero también se puede inyectar y tomarse de otras maneras. Los efectos de MDMA pueden durar de 3 a 6 horas aunque las consecuencias psicológicas: confusión, depresión, problemas de sueño, angustia severa y paranoia, pueden ocurrir hasta una semana después de su ingesta. Oculta las señales que da el cuerpo: alguien que ha consumido éxtasis puede no darse cuenta que ha subido demasiado su temperatura y puede desmayarse; debido a que esta droga aumenta la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, se incrementa el riesgo de un evento cardíaco adverso en personas con enfermedades circulatorias o coronarias. También se ha comprobado que trae consecuencias a largo plazo: depresión, trastornos del sueño, de estado de ánimo, temblores, espasmos y problemas de memoria, puede provocar insuficiencia renal y hepática.

Metanfetamina

La metanfetamina es un polvo blanco cristalino, disponible bajo diversas formas: puede fumarse, aspirarse, inyectarse o tomarse por vía oral. La base libre se utiliza para fumar y su apariencia cristalina le ha dado el nombre popular de “ice” (hielo). La metanfetamina es altamente tóxica y constituye un estimulante adictivo que puede afectar varias áreas del sistema nervioso central (SNC). Es similar a las anfetaminas, pero sus efectos sobre el SNC son más importantes. La estimulación con metanfetamina del sistema nervioso simpático ocasiona síntomas como: taquicardia, hipertensión, alucinaciones visuales y tácticas, midriasis, diaforesis e hipertermia. Como consecuencia los abusadores de metanfetaminas presentan signos de agitación, pérdida del apetito y aumento en la actividad İsica. Puede causar daño cardíaco y complicaciones neurológicas debido a las importantes reducciones en los transportadores de dopamina. Muchos de los problemas que surgen con el abuso de metanfetaminas son similares a los que se presentan con el uso de otras drogas tales como las anfetaminas o la cocaína.

LSD Ácido lisérgico

Es un potente alucinógeno que origina anormalidades en las percepciones sensoriales. Los efectos psicológicos del LSD son impredecibles; depende de diversos factores incluyendo la cantidad ingerida, el estado mental del usuario, personalidad, humor, expectativas y el medio en el cual la droga se emplea. Generalmente ingerido por vía oral, los consumidores pueden comprar un pequeño comprimido, a veces denominado “microdot” (micropunto).

Esta droga ocasiona alteraciones físicas como: pupilas dilatadas, elevada temperatura corporal, aumento en el ritmo cardíaco y presión sanguínea, sudoración, pérdida del apetito, insomnio, sequedad bucal y temblores. Existen dos desórdenes a largo plazo asociados con LSD: psicosis persistente y alteraciones persistentes de la percepción (HPPD en inglés) conocidos como “flashbacks”, que se originan por situaciones de estrés prolongado, enfermedad, o ejercicio y puede aparecer incluso hasta 18 meses después de la ingesta de LSD.

Cannabinoides (marihuana, hachis, etc.)

Esta droga es un alucinógeno, una sustancia que distorsiona la forma de ver las cosas. Es la droga que más se consume en el mundo. Normalmente se fuma como un cigarrillo, pero también puede mezclarse con alimentos y comerse, o prepararse en forma de té. Cuando se fuma marihuana se aspira entre un 50 y un 70 % de sustancias cancerígenas más que en un cigarrillo común, los consumidores de marihuana tienen una disminución de la memoria y la aptitud mental. Después del alcohol la marihuana es la segunda sustancia más frecuentemente encontrada en conductores involucrados en accidentes.Los efectos a corto plazo son: errores de visualización, problemas de orientación o sentido del espacio, alteraciones de la memoria, deterioro de la capacidad de aprender, alteraciones del desempeño psicomotriz (retardo en reacciones y coordinación), aumento del apetito, confusión, aturdimiento. Con dosis altas se observan estados paranoicos, de pánico, despersonalización, desmembramiento corporal.

El ingrediente activo THC puede permanecer en el cuerpo varias semanas, y existen estudios que relacionan el consumo crónico de marihuana con psicosis. Puede causar esterilidad temporal en el hombre y alterar el ciclo menstrual en la mujer.

Según aumenta la tolerancia a la droga, el consumidor suele probar con otras drogas más potentes.

Cocaína

Se desarrolló originalmente como un anestésico. Por lo general se inhala, pero puede ser también ingerida o, para acelerar su absorción, inyectada, lo que aumenta el peligro de sobredosis. También se consume en su forma más “económica”: pasta base, donde se mezcla con otras sustancias que la hacen aún más tóxica y peligrosa, por ejemplo mezclada con vidrio molido, virulana, aspirina, y otros agregados se prepara el PACO, muy popular entre las clases más pobres por su bajo costo. En su forma de cristal se la llama crack. Es una de las drogas más peligrosas. Estimula receptores clave dentro del cerebro. Y el consumidor desarrolla tolerancia, por lo que cada vez necesita dosis más altas para lograr el mismo efecto.

La cocaína genera una adicción muy potente, similar a las anfetaminas. Genera una dependencia psicológica, generando estados de euforia y estimulando centros de placer en el cerebro. Muchas veces la tolerancia hace que se combine con otro tipo de drogas, y estas mezclas pueden resultar letales. Los consumidores abarcan un gran espectro de edades, clases sociales y culturas.

Es la segunda droga ilegal más traficada en el mundo. Hoy en día hay un gran negocio alrededor del consumo de estas drogas.

Los efectos que la droga provoca a corto plazo son: contracción de vasos sanguíneos, aumento del ritmo cardíaco, incremento de la presión sanguínea y la temperatura corporal, disminución del apetito, alucinaciones, euforia, depresión, pánico, psicosis, convulsiones y muerte por cantidades excesivas.

A largo plazo causa daño renal, hepático, pulmonar, malnutrición, pérdida de peso, problemas sexuales, infertilidad, delirio o psicosis, depresión, tolerancia y dependencia.

Los bebés de madres consumidoras pueden nacer prematuros, con adicción, bajo peso, malformaciones.

El rol del laboratorio

En el laboratorio se realiza el dosaje de estas drogas. La muestra de elección siempre es la orina, porque es donde los metabolitos permanecen por más tiempo. Cuánto tiempo permanecerá la droga en el organismo no se puede determinar con exactitud. Esto es muy variable, ya que depende del metabolismo de cada persona, de la dosis consumida, de la forma de consumo, de si estuvo asociado con la ingesta de alimentos, de la condición basal del individuo, de la existencia o no de alguna enfermedad, del tipo de sustancia consumida, de si el consumidor es ocasional o es un adicto, etc. Lo cierto es que este tiempo de permanencia de los metabolitos puede variar desde 1 a 28 días en la orina del consumidor.

Hoy en día muchas empresas asumen políticas declaradas de “no consumo de drogas”, y realizan monitoreos permanentes en sus empleados.

El análisis es útil también en el seguimiento de terapias de adicciones, y en los casos de sospecha de alguna intoxicación accidental.